Tecnología Informática y Jurisprudencia

Introduccion
El examen de la Tecnología informática, cabe a la luz de los conceptos de la Teoría de la Información. Interesa saber de está última que, en términos generales, suele distinguirse entre el sentido sintáctico, semántico y pragmático de la información. Esa distinción es útil para indicar que la información es dato ordenado; dato portador de significado, y es vehículo para la comunicación. Mosterín en su Filosofía de la Cultura anota: “Se habla de información en tres sentidos distintos: información como forma o estructura (información sintáctica o estructural), información como correlación (información semántica) e información como capacidad de cambiar el estado del receptor (información pragmática). [Mosterín 1993, Pág. 21.] En similar sentido, se distinguen tres modos en el uso del lenguaje cuando es apreciado como medio para la comunicación: indicativo (o informativo); imperativo (directivo), y expresivo (representativo), correlativos a los propósitos de designar o identificar los objetos; dirigir conductas, o expresar conclusiones, creencias, estados de ánimo. [Giraud 1985, pg 81 s,], [Russell, 1982, Pág. 154-155]. De manera que se puede decir que hay consenso en asignar al lenguaje funciones correlativas a la expresión del pensamiento, la voluntad y la afectividad. Se presta mayor o menor atención a uno u otro de esos aspectos de acuerdo a los fines, perspectivas o propósitos en juego, y al hecho, objeto o situación puestos bajo la lupa.
Nos interesa el examen de la tecnología informática en la medida en que es un instrumento imprescindible para la expresión de los contenidos teóricos y prácticos de la Jurisprudencia.
Al hacerlo no dejaremos de tener en cuenta los criterios anteriormente señalados, ajustando, desde luego, la amplia visión que proporciona esa perspectiva a los límites del objeto que concita nuestra atención. Hecha esta precisión podemos proceder a la exposición del tema.
Seguramente habrá acuerdo en considerar que los sistemas de redes informáticas constituyen el medio a través del cual discurrirán cada vez en mayor medida los procesos relativos a la actividad jurídica, como el trámite y gestión de documentos. Para constatar la verdad de esta afirmación es suficiente con visitar cualquier oficina judicial en cualquier momento. Puede observarse, por otra parte, que los ordenadores electrónicos permiten el ingreso de ingente cantidad de datos, informes, documentos y conclusiones corolario de procesos de investigación jurídica que, depositados en ordenadas bases de datos, aseguran la conservación de los conocimientos. Y concurrentemente, completando el panorama, día a día constatamos que el sistema internet se erige en la vía a través de la cual se encausan cada vez con mayor frecuencia los actos de comunicación de los resultados o conclusiones de la doctrina jurídica, la jurisprudencia de los tribunales y, finalmente, se hacen públicos los contenidos de los textos legales. Todo esto indica que hay múltiples vínculos que conectan el mundo jurídico a la tecnología informática y un tráfico en veloz aumento, muchas veces congestionado y no siempre adecuadamente regulado.Los problemas a que es necesario atender para conjugar o ensamblar el mundo jurídico con el instrumento informático, son tantos como los usos a los cuales tal tecnología puede ser aplicada en el ámbito del conocimiento jurídico. Estos problemas, no obstante su diversidad y multiplicidad, pueden agruparse teniendo en consideración los objetivos que en cada caso se quiere alcanzar al utilizar las herramientas informáticas, y los requerimientos o dificultades que esos propósitos plantean. Nuestro interés actual es saber cuales son las opciones, posibilidades y limitaciones correlativos al manejo de las instrumentos informáticos en la tarea de sistematizar u ordenar la jurisprudencia de los tribunales y una manera de alcanzar ese conocimiento es, creemos, haciendo un recuento de los problemas, que en términos generales, son inherentes al uso de tales herramientas y de los métodos adecuados para resolverlos. Esto señalará un punto de partida. El procedimiento que seguiremos para realizar el examen será analítico y nos guiaremos, en esta parte, por lo que aconsejaba Descartes en el célebre Discurso del Método, quien se propuso no dejar de observar en sus investigaciones cuatro preceptos metodológicos, que asumimos como una guía adecuada para el propósito de nuestro estudio. “El primero no aceptar nunca como verdadera ninguna cosa que no conociese como evidencia que lo era...El segundo, dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuera posible y lo requiriese su mejor solución. Tercero conducir por orden mis pensamientos comenzando por los objetos mas sencillos y mas fáciles de conocer, para ascender poco a poco, como por grados hasta el conocimiento de los más compuestos. Y el último, hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que adquiriese la seguridad de no omitir nada.” [Rene Descartes. Discurso del Método. Reglas fundamentales del método. SARPE. Madrid 1984. Pág. 61 y s]. El método escogido es apropiado porque nuestro intento es describir el funcionamiento de un objeto de cuya existencia no dudamos, el cual, por otra parte se encuentra en el territorio de nuestra percepción y experiencia cotidianas. Conocemos los beneficios y dificultades concurrentes a su uso y el motivo que nos mueve es conocerlo mejor para lograr destreza en su manejo con el interés de alcanzar resultados prácticos. Y, esta es la perspectiva de Descartes cuando se proponía encontrar “una filosofía práctica, por la cual, conociendo la fuerza y las acciones del fuego, del agua, del aire, de los astros, de los cielos, y de todos los otros cuerpos que nos rodean... podríamos aprovecharlas para todos los usos para los cuales son propias y hacernos así dueños y poseedores de la naturaleza... y para la invención de artificios que nos permitan disfrutar sin ninguna pena de los frutos de la tierra y de todas las comodidades que en esta se encuentran” [Discurso. Utilidades de la Ciencia]. Nuestro propósito, como corresponde a la época que nos toca vivir, está limitado al examen, uso y aprovechamiento, no de lo dado (la naturaleza), sino de lo construido (por otras personas): La Tecnología Informática. Lo hacemos a fin de aplicarla a todos los usos para los cuales está hecha, con la declarada intención de hacernos dueños y poseedores de los secretos que guarda el manejo de sus herramientas. Nuestro propósito es disfrutar de sus beneficios sin pena, poniéndola a nuestra disposición y provecho para nuestra comodidad. Hay, como puede verse, una abismal diferencia entre los objetivos que se propuso alcanzar el magnífico francés siguiendo las reglas metodológicas antes indicadas (el dominio de la naturaleza) y los que a nosotros nos guían (el manejo de la tecnología informática). Lo reducido de nuestras miras es en alguna manera una ventaja que debería asegurar el éxito de nuestros propósitos, pues es mucha más facil saber cómo funcionan las máquinas que ver cual es el sistema de la naturaleza. Con esa seguridad y armados del método que tan buenos frutos ha dado, hablaremos de los usos a que puede ser aplicada la tecnología informática, sus herramientas, problemas inherentes a su manejo y de los métodos adecuados para enfrentarlos, lo cual nos permitirá identificar ulteriormente los objetivos implícitos en esos usos, problemas y métodos. Estará a nuestro alcance declarar luego cuál es la finalidad que los conjunta. Sin más preámbulos abordaremos el tema siguiendo la ruta ya indicada.
VER TEXTO COMPLET0http://homojustus.blogspot.com/2006/11/tecnologa-informtica-racionalidad.html

No hay comentarios:

Bienvenido

Este blog esta dedicado a promover la Investigación Científica y Jurídica. Nuestro propósito es adquirir conocimientos de manera metódica y ordenada en un proceso permanente y sostenido.
Alentar la creación de conocimiento científico y jurídico util, que permita construir una imagen objetiva de la realidad que nos circunda y disfrutar de los bienes sociales y naturales en clima de armonía concordia y paz.
Debemos saber cómo es el lugar en que vivimos cuáles bienes atesora, qué frutos nos brinda, que peligros y qué se requiere de nosotros frente a todo ello.
Debemos saber detalladamente como es la sociedad que nos acoge en su seno, qué virtudes recrea, que defectos alimenta, cuales son las posibilidades que nos brinda y cuáles las limitaciones.