Catálogo de los conocimientos

César Edmundo Manrique Zegarra

"la necesidad de la desconstrucción… no concernía en primer lugar a contenidos filosóficos, temas o tesis, filosofemas, poemas, teologemas, sino, sobre todo e inseparablemente a marcos significantes, a estructuras institucionales, a normas pedagógicas o retóricas, a las posibilidades del derecho, de la autoridad, de la evaluación, de la representación en su mercado mismo"
Jacques Derrida. "El tiempo de una tesis. Desconstrucción e implicaciones conceptuales"

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El racionalismo para ser tal ha de ser necesariamente racionalismo jurídico-político, jurídico porque se sustenta en la creencia en la igualdad de todos los seres humanos para distinguir entre lo verdadero y lo falso lo justo y lo injusto, y político porque tal ejercicio solo es posible sobre la base del reconocimiento de la libertad de todos los seres humanos para hacerlo. Si se niega esa igualdad se afirma entonces que la razón es privilegio de unos pocos, lo cual justifica la opresión que niega la libertad. Si la razón es universal, entonces el conocimiento tambien es universal, accesible a todos. Es necesario un catálogo de los conocimientos.

1. Catálogo.
Un catálogo es una memoria, guía, inventario o lista de personas o cosas o sucesos puestos en orden . El catálogo de los conocimientos sería el conjunto ordenado de todas las conclusiones, puesto que el conocimiento es precisamente el conjunto de las conclusiones [Entiendo que esa es la comprensión más amplia que puede asignarse al vocablo conocimiento] Los catálogos más conocidos son los de los libros de las bibliotecas. Al considerar la razón por la cual se hacen catálogos se advierte que un catálogo no es solamente una lista de libros, sino que comprende además una estantería con suficiente número de casilleros y un conjunto de usuarios, pues un catálogo sin libros, sin estantería o sin usuarios se torna incomprensible. ¿Alguien podría imaginar algo así? Lo singular e interesante de los catálogos, es decir, aquello que los distingue de cualquier otra clase de relación, lista o inventario (de cosas y aún de libros) es que cada ítem de la lista del catálogo está asociada a un casillero de la estantería y a un libro de la biblioteca, de modo tal que consultando la lista se puede identificar con toda exactitud el casillero en que se encuentra cada libro. Además –esta es otra singularidad- un catálogo es una lista completa de los libros de la biblioteca de modo que ningún libro puede quedar excluido de la lista o del estante, (porque si un libro no tuviere un ítem en la lista o no tuviere un casillero en el estante, entonces, no formaría parte de la biblioteca, pues en el primer caso sobraría en el estante y en el otro sobraría en la lista), lo cual no es posible. Pero esto no es todo. Lo más interesante es que en el catálogo no solo están considerados los libros existentes en la biblioteca sino también cualquier libro que es edite en el futuro, de modo que el catálogo ha de tener un ítem en la lista y un casillero en el estante, reservados para cualquier libro que se escriba en el futuro y deba formar parte de la biblioteca. Y, finalmente un catálogo para ser efectivamente un catálogo, debe ser una guía comprensible para cualquier usuario. Se entiende que un usuario es una persona capaz de seguir reglas sencillas, tales como las que señalan los criterios del orden en que están anotados los ítems de la lista de libros y de los estantes de una biblioteca. Los catálogos sirven únicamente para hacer consultas respecto a lugar que ocupan los libros en la biblioteca, no contiene información distinta a esa. Cada consulta asocia un ítem de la lista, a un libro de la biblioteca, y a un casillero del estante. El número de las consultas posibles es igual al número de los ítems, libros y casilleros. En suma: Un catálogo asocia a) libros, b) casilleros, c) ítems, y d) consultas.

Es posible imaginar una biblioteca que contenga todos los libros de universo y un catálogo que asocie cada ítem de la lista al casillero del estante universal, a disposición de cada uno de los lectores del universo. El estante universal con tantos casilleros como libros existe, aunque disperso (es el que resultaría de la conjunción de todos los estantes de las bibliotecas). Los libros, por otra parte, regularmente están colocados en los casilleros que les corresponde y cada biblioteca tiene un catálogo, que considerados en conjunto hacen el catálogo universal. La biblioteca universal ciertamente está desperdigada sobre la tierra y sobre ella misma están desperdigados los lectores del universo. Es posible reunir o unificar todas las bibliotecas en una sola, (utilizando el sistema internet, por ejemplo). Sin embargo la biblioteca nunca podría completarse porque siempre habrá un libro más que agregar en el casillero del estante, haciendo la anotación del ítem correspondiente en el lugar reservado en la lista del catálogo.

¿Es posible hacer el catálogo de los conocimientos, similar al catálogo de la biblioteca? No hay razón para pensar lo contrario. La construcción del catálogo de las conclusiones debe ser una tarea más sencilla que la del catálogo de los libros de la biblioteca. Las conclusiones siempre son simples y aun cuando los procedimientos que las preceden sean complicados y los hechos o fenómenos a que se refieren complejos, las conclusiones siempre son simples y tienen, además, al menos cuatro ventajas sobre los libros: la primera es que identidad de las conclusiones no depende de un soporte físico, la de los libros sí (los soportes físicos son deleznables); la segunda es que las conclusiones no ocupan un lugar en el espacio, los libros sí (lo cual libera de la necesidad de hacer grandes edificaciones); la tercera es que el transcurrir de las horas, meses, años, siglos, milenios no desgasta a las conclusiones (solamente las añeja); la cuarta es que las conclusiones son singulares, únicas e idénticas a sí mismas (aunque a través de los siglos se repiten y se retorna a ellas, no dejan de ser ellas mismas). El catálogo de las conclusiones pertenecería al universo virtual, estaría fuera del tiempo y del espacio, lo cual no es poca cosa puesto que estaría liberado de los condicionamientos espaciales y temporales. ¿Es posible hacer el catálogo de las conclusiones que constituyen el conocimiento? Creo que sí. Cuando menos es posible diseñarlo. Para completar su elaboración sería necesario contar con la participación de muchas personas y proceder de manera ordenada.

Con el propósito de aquilatar la magnitud de la fabulosa empresa –que acometerán quienes tenazmente se animen a colaborar en el empeño- en primer lugar habría que hacerse una idea de cuan extenso es el número de las conclusiones que constituyen el conocimiento cuan reducido(i), luego proseguiríamos intentando una descripción muy general y panorámica, como no puede ser de otra manera del proceso de producción de conocimientos (ii), y finalmente habría que proponer algunas reglas, tan sencillas el proyecto lo exige, para construir el catálogo e iniciaríamos las labores dando los primeros pasos y haciendo unas primeras anotaciones (iii).

A fin de facilitar la comprensión del proyecto que serviría de guía en la empresa que emprenderíamos, conviene hacer acopio de algunos conceptos teóricos con el propósito de dar una idea de la diversidad de los conjuntos que pueden distinguirse y la utilidad de considerar esas distinciones, lo cual es útil porque puesto se trata de elaborar el catálogo del conjunto de los conocimientos. El significado de los conceptos teóricos debe resultar muy claro puesto que son las fichas que utilizaríamos al construir el catálogo. Los constructos teóricos son como rompecabezas que se arman cuando los conceptos encajan, y funcionan entonces como piezas de un sistema de relojería o directivas útiles para coordinar acciones, como las que siguen los jugadores de un equipo de futbol ganador como el Barcelona, los bailarines de un grupo de ballet, los burócratas de alguna institución bien organizada o los colaboradores en la construcción del catálogo de los conocimientos . El constructo teórico que nosotros nos proponemos elaborar es el de las conclusiones cuya catalogación, lo hemos dicho, debe ser más fácil que el de los libros de las bibliotecas. Los conocimientos son conjuntos ordenados de conclusiones, en tanto que las bibliotecas son conjuntos ordenados de libros, en eso se parecen los conocimientos a las bibliotecas: Unos y otras son conjuntos ordenados… de conclusiones y de libros, y por allí podemos empezar.

2. Conjunto, estructura, sistema y organización.
Como nuestro propósito es elaborar el catálogo de los conocimientos–al menos parcialmente- y un catálogo de conocimientos es un conjunto ordenado de conclusiones, vamos a ver de qué manera pueden conjuntarse las cosas, sean catálogos o no. Este es un asunto del que se ocupa la teoría de conjuntos. La teoría de conjuntos es una teoría de elemental simplicidad elaborada a fin de responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo se forman conjuntos? ¿Qué tipo de relaciones hay entre los elementos de un conjunto? ¿Qué relaciones hay entre las partes de un conjunto? ¿Cómo se forman conjuntos de conjuntos?, ¿Cómo se ordenan los elementos de un conjunto? ¿Cómo se ordenan los subconjuntos o partes de un conjunto? Todo esto tiene relación con nuestro tema. Siguiendo la indicación del epígrafe, en lo que sigue distinguiremos entre conjunto, estructuras, sistema y organización que son las diversas configuraciones de los conjuntos de acuerdo a si se consideran ciertas propiedades, relaciones, funciones o utilidades.

Conjunto. Un conjunto está formado por elementos o individuos (en nuestro ejemplo: libros, catálogos, estantes, usuarios), le llamaremos conjunto *

Los elementos del conjunto * (libros, catálogos, estantes y usuarios) pueden conjuntarse de diversa manera y formar parte de distintos conjuntos: librería, biblioteca, museo, archivo, depósito etc

Estructura. Si consideramos las relaciones entre los elementos o individuos del conjunto * entonces se dice que el conjunto * constituye una estructura *+Los conjuntos estructurados, están constituidos por partes. [Los individuos o elementos de * pueden estimarse como partes de una librería o museo, archivo, biblioteca, depósito, es muy claro que las relaciones entre los elementos del conjunto * son muy diferentes en cada caso], y tienen distinta estructura*+.

Sistema.Cualquiera de los conjuntos *+ constituye un sistema *+*cuando prestamos atención a su funcionamiento, [un sistema mercantil –librería; o un sistema cultural-archivo; histórico-museo; o bibliográfico-biblioteca], denominemos *+* a los conjuntos que constituyen sistemas.

Organización.Si consideramos el uso, utilidad, vidade cualquiera de los conjuntos que constituyen sistemas y sus relaciones con otros sistemas, entonces el conjunto *+* constituye una organización *++*. [Una organización abierta al públicolector, comprador, culto, etc]

Es distinta la consideración que merecen un conjunto de libros, una biblioteca cerrada, una biblioteca abierta al público, una biblioteca en constante crecimiento y renovación, como son todas las bibliotecas para ser efectivamente bibliotecas. Esta última es una organización, la anterior un sistema ordenado, la precedente un conjunto estructurado y la primera un conjunto (precisamente de libros).

3. Infinitud de los conocimientos.
El cocimiento es un conjunto infinito de conclusiones que no tiene principio ni fin en el tiempo ni en el espacio. El tiempo y el espacio son conceptos metafísicos (intuiciones puras, anteriores a la experiencia diría Kant) que sirven para ordenar sucesivamente los acontecimientos y ubicarlos en un lugar determinado, de modo tal que –constituyendo el juzgar y pensar acontecimientos- es correcto afirmar que pensamos, juzgamos, en una palabra, razonamos en algún “aquí y ahora” (en un tiempo y espacio determinados), respecto a acontecimientos, fenómenos o hechos, también ubicables en algún tiempo y lugar.

El concepto de infinito es un recurso matemático. Se dice que un conjunto es infinito si sus elementos pueden ponerse en relación de uno a uno con la sucesión de los números enteros, lo cual significa que la sucesión es inacabable. La sucesión de los enteros positivos (1, 2, 3, 4…) es el primer ejemplo y el más importante de un conjunto infinito. No hay misterio en el hecho de que esta sucesión no tiene fin, ya que por grande que sea el entero n, siempre puede construirse el siguiente entero, n+1. (Courant y Robin, pag 104). Otra manera de definir un conjunto infinito es indicando que un conjunto es infinito si algún subconjunto propio suyo tiene el mismo número de elementos que el conjunto, es decir, si una de sus partes (un subconjunto propio) tiene tantos elementos como el todo (como el conjunto mismo). Cualquiera de estas propiedades distingue a los conjuntos infinitos de los finitos y tales propiedades son atribuibles al conjunto de los conocimientos.

Las conclusiones son constructos mentales que se dan en coordenadas espacio-temporales y se expresan a través del lenguaje. Se asegura que el conjunto de las conclusiones es infinito porque no se sabe a cuantas conclusiones se ha llegado en el pasado a cuantas se está llegando en cada momento ahora mismo o se llegará en el futuro, siendo lo único cierto que la cuenta de ellas es inacabable. El número de las conclusiones es más grande que el número de los granos de arena de todas las playas del mundo, cuya cuenta se propuso Arquímedes , y que el número de los protones del universo calculado a principios del Siglo XX por Eddington. En efecto. Si se pone en una relación de uno a uno los granos de arena de todas las playas del mundo o los protones del universo, cada uno de ellos con una conclusión, podemos estar seguros de que se acabaran los granos de arena de todas las playas del mundo y los protones del universo, pero no las conclusiones, pues sobre el resultado que se obtenga al realizar esa operación, será posible sacar un sin número de interesantes conclusiones más. Ocurre que el conjunto de los granos de arena de todas las playas del mundo y el de los protones del universo, son conjuntos finitos. Su cuenta ha de tener un principio y un fin. En cambio el conjunto de las conclusiones que constituyen el conocimiento es un conjunto infinito. Su cuenta nunca acabará.

No solo es infinito el número de las conclusiones sino que también es infinito el número de los procedimientos o métodos seguidos para alcanzar tales conclusiones. Se asegura esto en el sentido de que hay al menos tantos procedimientos como conclusiones, puesto que no cabe imaginar el surgimiento de una conclusión sin procedimiento que la preceda. Cabe agregar que infinito es el número de los hechos o fenómenos a que se refieren las conclusiones y los procedimientos, pues cada una de las conclusiones se vincula a algún hecho o fenómeno y el conocimiento de cada hecho o fenómeno requiere el seguimiento de algún procedimiento. Son además infinitos los agentes que las producen e infinitos por último son también los fines perseguidos, en la medida en que cada agente fija los suyos en el curso de la investigación de lo que le interesa.

Si consideramos la multiplicidad del conocimiento, lo cual se justifica habida cuenta que está conformado por un conjunto de conclusiones, cabe pensar que cada unidad de conocimiento está constituida por una conclusión respecto a un fenómeno, alcanzada por un agente, siguiendo un procedimiento. Esto significa que hay tantas conclusiones como fenómenos, agentes y procedimientos. En consecuencia, cada una de esas partes o sub conjuntos del conjunto de los conocimientos, tienen el mismo número de elementos que todo el conjunto. Con lo cual queda demostrado que el conjunto de los conocimientos es un conjunto infinito.

Si se pone en una relación de uno a uno conclusiones, fenómenos, procedimientos y agentes se encontrará que a cada uno de los elementos de esos sub conjuntos corresponde un elemento de cada uno de los otros sub conjuntos, de modo tal que cada elemento del conjunto de los conocimientos está constituido al menos por una cuádrica (conclusión-fenómeno-agente-procedimiento)

El conjunto de los conocimientos es enormemente grande. No puede ser de otra manera puesto que comprende la actividad desarrollada por los hombres respecto a todos los fenómenos perceptibles, motivada por incontables finalidades y siguiendo diversidad de procedimientos, todo ello con el propósito de alcanzar conclusiones que den cuenta de lo percibido de manera satisfactoria y ordenada, al menos para quien concluye. Un conjunto de tan enorme extensión se asemeja al universo, al cuál representa de todos los modos que se conoce y delinea con la figura de todas las formas imaginadas. Sin embargo no hay identidad entre el universo que todo lo contiene y el conocimiento que lo representa y figura, sino solamente similitud. El Universo alberga en sí muchas otras cosas más. Entre ellas, el inmensurable conjunto de todo lo ignorado, lo imperceptible y lo caótico. Seguramente es más grande el ámbito de lo que ignoramos que el de lo que conocemos; tal vez tiene mayor extensión aquello que no logramos percibir que aquello que percibimos; y, es altamente probable que muy pocas sean las cosas incorporadas al orden que las hace comprensibles y muchas las que se quedan fuera del mismo. Por otra parte, cabe admitir que están excluidos del conjunto de los conocimientos los actos de los agentes que no persiguen fines ni se orientan hacia objetivos determinados, los fenómenos no percibidos, las secuencias que no pueden reducirse a procedimientos y los resultados que no constituyen conclusiones.

Así, podría resumirse brevemente lo anteriormente dicho indicando que el conjunto de los conocimientos es un conjunto infinito, más o menos pequeño y bastante limitado. Es infinito porque el conjunto de las conclusiones puede ponerse en una relación de uno a uno con la sucesión de los números naturales sin esperanza alguna de que tal correlación se agote. Es un conjunto pequeño respecto a la inmensidad del universo que representa y figura. Y, es asimismo o un conjunto encerrado en los límites de estrechas coordenadas. En efecto, está limitado al recuento de las conclusiones; está limitado por los defectos de las percepciones que todo lo desdibujan, limitado por la estrechez de las motivaciones que obscurecen los razonamientos y, limitado por la imperfección de los procedimientos que finalmente condicionan la extensión de las conclusiones. No obstante todas esas limitaciones es el conjunto más interesante que se conoce. Examinar los límites y contornos del conjunto infinito pero limitado de los conocimientos es por si mismo un propósito prometedor.

Las interrogantes que inevitablemente surgen entonces a partir de las anteriores consideraciones, son las siguientes: ¿Qué conclusiones se integran en el conjunto de los conocimientos?, ¿Cuáles son los fenómenos a que se refieren las conclusiones?, ¿Cómo se logra el conocimiento, es decir, siguiendo cuáles métodos o procedimientos?, ¿Quién o quienes lo alcanzan?, ¿Persiguiendo cuales objetivos o fines se constituye el conocimiento? Y, ¿Cuál es el origen del conocimiento? . Si la enorme extensión del conjunto que asoma a la vista no constituye una valla que limite el propósito de examinarlo en toda su complejidad sin omitir nada, entonces la respuesta a las precedentes preguntas es esta: forman parte del conjunto de los conocimientos todas las conclusiones alcanzables y alcanzadas desde siempre en todo lugar, respecto a todos los fenómenos percibidos o perceptibles, persiguiendo todos los objetivos y fines imaginables; siguiendo todos los procedimientos inventados y, por último, por todos los hombres desde que el hombre es hombre.

4. Producción del conocimiento.
Para mostrar la visión que tenemos sobre el proceso de producción de conocimientos, acudiremos una metáfora acuñada por el formidable filósofo alemán Friedrich Nietzsche en un libro muy crítico escrito con un lenguaje de apasionada belleza llamado Genealogía de la Moral: “¿Quiere alguien mirar un poco hacia abajo, al misterio de cómo se fabrican ideales en la tierra? ¿Quién tiene valor para ello?... ¡Bien! He aquí la mirada abierta a ese obscuro taller… ” (Nietszche, 1997, pag 61).

continuara.....
14/12/2012